CLARES, ORIGEN DE NUESTRO RIO TAJUÑA

Al iniciar este blog destinado a dar a conocer datos y referencias sobre la historia y etnología de nuestra comarca del BAJO TAJUÑA situada en el Sureste de la Comunidad de Madrid, es un deber iniciarlo con los datos y descripción de este rio que discrurre diametralmente nuestra comarca, que durante tanto tiempo fue sustento de los comarcano de su ribera, desde la prehistoria hasta nuestros días. Este largo río de unos 120 Km con cuatro zonas de su curso muy bien distinguida: Su nacimiento con las primeras fuentes y manantiales, el curso Alto hasta la moderna presa de La Tajera, el curso medio con la La Alcarria propiamente dicha, y la Alcarria Baja y al entrar a la Comunidad de Madrid con el curso Bajo o BAJO TAJUÑA para desemvocar en el Jarama en la población ribereña de Titurcia antiguamente Bayona del Tajuña, entre términos de Titutrcia, San Martín de la Vega y Aranjuez.

 Con este río que ha movido desde la Edad Media tantos molinos arineros como batanes y sus presas han aportado tanto agua para el riego de sus vegas y pequeñas huertas desde las Parameras de Molina hasta la vegas de Chinchón y Titurcia, iniciamos el primer post con una descripción de las fuentes y manantiales originarias del incipiente río Tajuña. Como nos han dicho siempre el río Tajuña nace en Maranchón, al norte de la provincia de Guadalajara, pero ahí que aclatar que su primer manatial está situado en el paraje del Yugo, llanos situados entre las lomas llamadas de El Cabezuelo y Cabezuela en el antiguo término de la aldea de Clarés, que se incorporó al ayuntamiento de Maranchón debido a su limitado número de habitantes;  el campo al ir subiendo sin apenas vegetación, solo algunos vallejuelos verdean el mantillo de las tierras de cereales de su entorno, estamos a una altitud de 1.280 mts soble unos llanos de la Pramera de Molina y a 102 Kms de la capital Guadalajara, y cerca de este manantial observamos la arcaica ermita de la Virgen del Lluvio como llaman a su virgen los paisanos de Cláres, influenciados por el lenguaje aragones tan cercano de sus tierras.    De la historia de esta pequeña pero bonita población, asentada en un pequeño otero, mirando al sur a otro incipiente y pequeño arroyo o río de Valdeclarés, que también nace en su antiguo término, podemos decir que esta zona dependió del Común de Calatayud, que en este otero donde se asienta la población existió una torre vigía que enseguida quedó adcripta al alfoz y Común de la Villa y Tierra de Medinaceli, quedando en el siglo XV bajo el señorío de la poderosa familia de La Cerda, perteneciendo por tanto al historico Ducado de Medinacele.  Cruzando el pequeño y incipiente arroyo la carretera que une Maranchón con Clarés, va bajando lentamente por los llanos hoy sembrados de torres eólicas que producen electricidad para los de las ciudades, uniendosele el agua de otro manantial que llaman la  fuente del Carro con su balsa, tambien en el término de Clarés, y cruzando la carretera que va hacia Molina de Aragón, cabezera del antiguo Señorío de Molina por el puerto de Maranchón. Y por un fenómeno ya conocido en otros ríos parte de sus aguas estancadas se filtra desapareciendo parte de su caudal para volver a aparecer en nuevos manantiales ya en el término de Maranchón en la zona del El Recuévano, con su fuente con pequeños estanques con zona de recreo; paraje  espectacular de la naturaleza de esos parajes donde de nuevo se une al curso del río otro arroyo aportando su caudal del manantial que surge entre cortes de calizas y va formando con otro caudal  que baja de tierras del sureste de la población de Maranchón, uniendose antes de cruzar por una alcantarilla la carretera que va de Maranchón a Ciruelo del Pinar, de cuyo término tambien se une un caudaloso arroyo que bañando pequeñas huerta recoge aguas de la fuente del Sauco, cauce del rio que toca su término. Entrado ya al término de Luzón, este aprendiz de río, ya con un caudal ya permanente, su curso  tiene que salvar los cruces con caminos por algunos pequeños puentes, y al llegar a la población de Luzón trata de redearlo aunque no lo consigue, haciendo su primera parada en lo que creó que fue su primer molino harinero que los vecinos llamaban el molino de Roque anterior a sencillo puente que le cruza en la entrada de la población.  Para acontinuación pasearse por las pequeñas y bien cuidadas huertas que los naturales tienen en la ribera del río.   Cerca del puente de dos ojos de sillares arcaicos existió el molino de Abajo. A medio km de la población dejamos la ermita de San Roque, por El Tobar, La Viñuelas y Las Presas, donde esta el anterior nombrado molino de Abajo, y posterior piscifactoria, hoy finca de recreo.     Y para despedirse de la población tubo otra parada en otro molino que los naturales llaman de Los Aguirres, pues perteneció a esta familia durante muchos años.       Vamos dejando a nuestra derecha del río, la visible torre de los Moros, torre vigia árabe, y vamos viendo algunos colmenres, presagio de La Alcarria que va a cruzar en su curso medio.  Pasando por la zona que llaman La Vega se llega a un espectacular paso del río por un arco de piedra caliza que llaman Peña Horadada en el paraje El Ojuelo, ya en el limite con el término de Anguita.  En este paraje se encuentra tambien una fuente con caño en la propia roca y que los vecino hablan de agua medicinal y que recoge el río antes de pasar por su proipio arco de piedra. Ya en el término de Anguita, el río va bajando entre alamedas, si han dejado algun álamo sin cortar, entre zig-zag  va pasando por los parajes de Las Majanillas, Umbrio del Pino, El Marchal, Chozones, y por fin llega a La Hoz, antiguo molino y posterior Batán, para luego convertise en piscifactoria, pasando por Molloría y Los Altos y antes de cruzar de nuevo el rio, en su puente nos encontramo  las ruinas de un antiguo molino harinero, donde todabía podemos ver las dos piedras de tipo francés que tenía.Desde este punto se hace la entrada triunfal al bonito y espectacular pueblo de Anguita, entrando por su carretera que le une con la N-211 de Alcolea a Molina.  Entramos a la población por su calle de La Hoz, con espectacular visión del cortado de caliza que tenemos a ambos lados del pueblo, llegando a otra parada del río con presa y molino harinero que llaman de San Pedro, por tener a su espalda la iglesia de San Pedro, de este molino gracias a sus actuales dueños se ha conservado en perfeto estado.   Y despues de ver su iglesia parroquial situada en alto, dominadora de la población, podemos ver su monumental Casa Consistorial, reutilización de verdadera casa de labor, de algun hidalgo nativo, bajamos hacia el monumental puente para despedirnos de la población vamos hacia el llamado Rincon de la Vega donde podemos llagar hasta el cruce con la carretera de Aguilar donde tenemos en el borde del cruce el peirón de San Vicente, humilladero de camino en piedra cilindrica con un pequeña hornacina. Dejando aquí nuestra descripción del nacimiento y fuentes del nuestro río Tajuña.